El dios del caos y la dualidad

 Seth

Seth, conocido también como Set o Setesh, es uno de los dioses más complejos y controversiales de la mitología egipcia. A diferencia de la mayoría de los dioses egipcios, cuyos roles se asociaban con aspectos positivos, Seth personificaba el caos y la violencia. Su figura era representada como un ser con rasgos animales, generalmente un híbrido de hombre y animal, con una cabeza similar a la de un depredador y un cuerpo fuerte y musculoso.

El mito de Seth se centra en su enemistad con su hermano Osiris, el dios de la fertilidad y la resurrección. Seth, envidioso del poder y la popularidad de Osiris, lo asesinó brutalmente, desencadenando una serie de eventos que alterarían la estabilidad del reino divino. Esta rivalidad simbolizaba la lucha constante entre el orden y el caos en el mundo.

Aunque Seth es a menudo visto como un dios malévolo, es importante comprender que en la mitología egipcia, el equilibrio entre el caos y el orden era esencial para el funcionamiento del universo. Seth representaba la fuerza destructora necesaria para renovar y regenerar. Siempre presente en la cosmología egipcia, su papel no se limitaba al caos, sino que también se asociaba con la protección del sol y la lucha contra las fuerzas del mal.

Seth desempeñaba un papel vital en los rituales de protección y en las festividades dedicadas a la renovación del reino. Su culto era especialmente prominente en las regiones del delta del Nilo, donde se le veneraba como un dios guardián y protector contra las amenazas externas.